05 febrero 2019

OREJUELAS AL ESTILO DE MI MADRE

Esta receta estaba en el fondo del foro y la edito porque se acercan los días típicos de comerlas.
Es típica de los Carnavales en mi pueblo de la montaña palentina. Se hacen para comer hasta el martes de carnaval porque el miércoles llamado de ceniza empieza la cuaresma y es tiempo de ayuno y abstinencia.
El recuerdo que tengo de esos días es ir a la farmacia a por esencia de anís con un frasquito porque tenía mucho más sabor. La llegada a casa era una fiesta porque según entrabas por la puerta, toda la casa olía a fritura y el anís sobresalía por encima de los demás olores. Veo a mi madre en la mesa de la cocina espolvoreando harina para extender la masa y que quedara bien fina. En vez de rodillo usaba una botella vacía, la enorme sartén llena de aceite donde se iban haciendo por tandas, el bote de cristal con tapa que previamente había agujereado mi abuelo con una punta y que servía de azucarero para espolvorearlas. Tenían que quedar con muchos  "golloritos" palabreja que en lenguaje de mi pueblo significaba "chinchón" o protuberancia.
Comíamos al desayuno, de postre y cuando apetecía. Ya de mayores íbamos el sábado de carnaval para coger nuestra caja de ricas orejuelas y disfrutar de ellas.
Llegó un momento en que mi madre ya no pudo hacerlas y entonces mi hermana Gloria cogió el testigo y las prepara buenísimas. Gracias hermana y va por tí mamá, espero que te llegue el olor.





INGREDIENTES:
3 huevos
1 vaso de vino blanco
½ vaso de anís
2 cucharadas de azúcar
½ cucharadita de levadura Royal
Harina
Aceite para freír

PREPARACIÓN:
Batir los huevos con el azúcar hasta que queden esponjosos. Añadir el vaso de vino blanco, el anís y la levadura. Cuando esté todo bien mezclado añadir la harina poco a poco amasando hasta que la mezcla no se pegue a las manos.
Tapar la masa con un paño y dejar levar 30 minutos aproximadamente. A continuación coger trozos de masa y estirarlos hasta que quede bien fina. Cortar en porciones según el tamaño que se desee.
Poner aceite a calentar e ir friendo las orejuelas poco a poco con cuidado de que no se quemen. Al sacarlas echarlas un poco de azúcar por encima.