Aquellas personas que han comido alguna vez en un restaurante chino, este postre no les resultará desconocido. A mi media naranja desde luego no. Siempre me preguntaba como conseguían esas nueces sueltas, fritas pero no garrapiñadas. La verdad es que he probado a hacerlas de mil maneras, con azúcar, con miel, con aceite.... pero no salían igual ni se le parecían. Pero no hace mucho, bicheando por distintos blogs y sin buscar nada específico me topé con la receta que tanto había deseado conocer. La encontré en el blog de Menorcana y recomiendo que lo visitéis, no os defraudará.
INGREDIENTES:
100 gramos de agua200 gramos de azúcar
200 gramos de nueces
Aceite de girasol para freír
PREPARACION:
Partir y pelar las nueces si no se
han comprado ya limpias. Poner a calentar el agua con el azúcar y llevar a ebullición removiendo hasta que el azúcar se disuelva.
Sacarlas del aceite y ponerlas en un colador hasta que estén frías.
Con papel de cocina limpiarlas para quitarles el exceso de aceite.
Guardarlas en un recipiente hermético.
Se pueden comer como acompañamiento de helados, nata montada, etc... Yo las he preparado de ésta última forma.